Epílogo

 Sobre la creación literaria








A partir de ciertas señales del entorno puede desencadenarse una conexión creativa,  como la unión de los puntos, y aunque nada parezca tener una aplicación práctica en la vida,  toda la información recibida retorna en el futuro,  y las piezas un día encajan. Es entonces cuando nuestra conciencia nos dice que podemos hacer algo diferente. Puede ser un inicio el hecho de escribir, para que las ideas entren a formar parte de la realidad física. Así la expresión literaria puede ser transmitida al lector a través de los sentidos y las sensaciones, para regenerarse en pensamientos que volverán a ser legados a otros, y que giran alrededor de la esencia humana como lo hacen los electrones en torno al núcleo o los planetas alrededor del sol, dentro del mismo orden cósmico : revolucionando y evolucionando.

Seguramente no sean precisas grandes obras, sino únicamente estar ahí, en el encuentro positivo y apasionado con el propio entorno, y comunicarse con él. Todos los seres se necesitan para desarrollar su existencia. Sólo sería preciso buscar una estabilidad que permitiese abrir el propio espacio creativo, liberarse de conductas alienantes, y compartir el conocimiento para crecer juntos. Entonces la felicidad llegaría sola, la verdadera: el gaudium essendi[1]. La alegría de ser parte integrante de ese puente evolutivo que conduce hacia la superación de los límites de lo meramente humano.


[1] (Lat.) El gozo de ser.


Sobre el Progreso
El verdadero progreso, hacia donde lanzar nuestra mirada, es la convivencia pacífica entre individuos libres, asumiendo la moral necesaria para el ejercicio de la libertad con respeto y honestidad.


Una mirada hacia el Norte...
 Cabo Peñas, Asturias

...y hacia el Sur...



África desde Tarifa


...y hacia arriba.