Intriga y Personajes

Informe de Lectura, por
Alejandro Feijóo


Sobre la intriga

La trama de la novela es muy interesante, toca temas de actualidad que resultan cercanos y reconocibles a una mayoría de lectores. El lector entra en los enigmas con facilidad, y se mantiene en ellos hasta la resolución final. Es de destacar la fuerza de la omisión que es a veces más potente que la de la exposición, sobre todo cuando estas omisiones se realizan bajo una importante carga dramática. El relato transcurre con “comodidad”, y en parte se debe al uso de un lenguaje suelto y preciso, rico pero no estridente, culto pero sin afecciones, lo cual es muy de agradecer en una época en la que no pocos escriben como se habla.

En la escena que transcurre en EEUU se llega al límite de la insinuación de una tensión erótica, en la que se plantea un silencio dramático que abre paso a toda clase de especulaciones por parte del lector. Nuestra protagonista se enfrenta al peso de los acontecimientos, a sucumbir a las tentaciones, en definitiva, a oscurecerse, atrincherada tras una firmeza moral que nace más de las reflexiones que de las acciones. Uno de los temas que trata la novela es el de la corrupción, entendida esta como degeneración de quien detenta el poder; pero detrás de todo corruptor hay un corrompido, que es quien sostiene esta cadena, y esto abre un debate entre culpabilidad/inocencia de corruptor/corrompido.


Un vistazo a los personajes

En general, la caracterización de los muchos personajes que aparecen en la novela es muy correcta. El peso de la novela recae sobre Laura, que carga sobre sus espaldas el desarrollo de los acontecimientos. Nuestra “heroína cotidiana” parece tener bastante firmes sus convicciones, aunque no deja de moverse en una dualidad luz/oscuridad que la hace muy atractiva.

En cuanto al personaje de Santiago Ferrero, realiza un viaje dramático muy interesante, que va desde un perfil pueblerino, casi hosco, a la comprensión de las razones ecologistas y la búsqueda de la reconciliación con su historia personal sin perder su dignidad y manteniendo la firmeza, aunque conquistando una flexibilidad que lo hace reconocible y cercano.

Respecto a Emilio Soto, lo rodea casi permanentemente un halo de misterio y amenaza que atrapa al lector; su ambigüedad es un regalo para el relato. En la novela, se produce una correspondencia entre hechos reales y ficción que permite al lector saltearse la identificación de personajes “buenos” y personajes “malos”, puesto que basta con remitirse a nuestras convicciones (en este caso, respecto a la Guerra Civil española o la especulación urbanística, incluso a la dualidad progreso-conservacionismo) para elaborar nuestro posicionamiento. En este sentido, es un hallazgo la evolución de un personaje como el de Soto padre.

Sergio Soto, su hijo, su dandismo posmoderno, su elegancia amenazante, incluso ciertas pinceladas fáusticas, sumados a su poder real, le confieren un atractivo tentador que constituye uno de los fuertes del texto.

El coro de personajes secundarios es bastante sólido, tienen sus objetivos muy claros, y caminan por la novela acompañados por ellos.

Alejandro Feijóo es Editor externo, redactor, corrector, elaboración de material didáctico, para Ediciones SM
http://www.estonoesunarevista.com.ar/  (el autor agradece la lectura y difusión de este enlace)